¡CUIDADO CON LOS MESES SIN INTERESES!
Esa pantalla de 50 pulgadas llama poderosamente tu atención, imágenes y sonido perfectos pero el precio no lo es tanto, haces cuentas rápidas, si la compras ya no vas a completar los gastos ordinarios y el pago de otras deudas, caso cerrado... pero no te resignas y aparece la "solución" a tu problema de liquidez: MESES SIN INTERESES CON TARJETAS DE CRÉDITO PARTICIPANTES y resulta que la tuya, como casi todas, es participante. Pides tu pantalla, entregas tu plástico y te hacen la pregunta esperada -¿a meses sin intereses? -¡SI! respondes, pues qué pregunta, -¿a cuántos? -A los más que se pueda, le indicas a la vendedora. Doce meses sin intereses, hubieras querido 100 pero esos bancos voraces son unos incomprensivos de los sueños y aspiraciones de la gente.
Con la euforia de saberte poderoso con tu tarjeta y con el límite de crédito ampliado recientemente, sigues comprando. Qué tanto es tantito si ya compraste lo más caro que era la tele, lo demás son insignificancias, lo mandamos todo a meses al cabo que no siempre hay esas ofertas. Ropa, accesorios, gadgets y hasta el mandado de la semana lo pides a meses sin intereses, total ya andas encarrilado.
El crédito al consumo no es tan malo, lo que perjudica es su uso irracional. Comprar a 12 meses sin intereses un artículo como una televisión puede ser una compra inteligente, puesto que su vida útil será mayor al tiempo que dure el financiamiento por ser un bien más o menos duradero.
Los problemas aparecen cuando compras cosas cuya duración es menor al plazo de financiamiento, o cuando sin salir de deudas previas, te llenas de compromisos de pago que hacen imposible su cumplimiento y te ves obligado a recurrir a más créditos para ir saliendo con tus pagos mínimos de las tarjetas, lo que te lleva a un circulo vicioso del que es difícil salir y entonces el propósito de los meses sin intereses queda destruido al convertirse en costosas deudas por hacer sólo los pagos mínimos.
En medio de campañas publicitarias que te hacen descubrir necesidades y deseos que tal vez ni siquiera conocías, es conveniente que uses racionalmente el crédito cuidando siempre que el disfrute de tus compras no se vea empañado por la preocupación de no tener para pagar después.
Escucha el Podcast de esta entrada:
Comentarios
Publicar un comentario