EL PREMIO A LA PACIENCIA

En un reciente taller sobre finanzas personales, pregunté a los participantes si con un sueldo medio era posible comprar de contado bienes duraderos, como por ejemplo, una televisión. La respuesta fue casi unánime: NO.
Luego pregunté si alguno de los asistentes había comprado televisión o equipo de sonido en el último año y un participante se apresuró a decir que él había comprado una pantalla de 50 pulgadas, que terminaría de pagar en un mes, luego de un año de abonos. 
¿Pudo esta persona comprar una gran televisión de contado? Hace 11 meses, no. Pero si hubiera esperado estos 11 meses o menos, . Pregunté al participante si antes de comprar esa Smart TV no contaba con una, dijo que ya tenía una, pero quería otra más grande.
El participante no sabía qué tanto ha venido pagando de intereses por la compra a crédito, ni mucho menos la tasa de interés, él sólo se endeudó hasta donde le alcanzara para pagar los abonos. Le hice saber que acabaría pagando más del 50% del precio original de la televisión. Su impaciencia le costó mas de $5,000.00, suponiendo que el aparato tuviera un precio de $10,000.00
Imagen de freepik.com

La paciencia tiene sus recompensas. Si el participante, en vez de estar dando abonos por disfrutar anticipadamente de un bien, hubiera ahorrado el importe equivalente, aun sin estar ganando ningún interés en una cuenta de ahorros, estaría ahorrando, o mejor dicho, evitaría pagar más del 50% del precio original de la TV. Así entonces, no hubiera sido necesario esperar 11 ó 12 meses para completar el precio y pagar de contado, pudo ser antes al requerir un importe menor, incluso, ya con la suma disponible para adquirir la TV, pudo haber buscado más opciones, comparando precios en distintos lugares y no sólo decidirse por aquel en donde le dieran crédito o le pusieran abonos chiquitos. Pudo también pasar que con lo que pagó por esa Smart TV de 50 pulgadas, si hubiera esperado, hubiera comprado otra más grande por el mismo precio final. Pero como el hubiera es una palabra tormentosa, mejor aquí terminamos.

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