Breve Historia de una Compra Irresponsable
El 26 de junio de 1992. Qué lejos se ve, pero lo recuerdo perfectamente, y cómo no, si ese día mi madre cedió a uno de los caprichos más comunes de un quinceañero de aquellos tiempos: tener un potente equipo de sonido. No se trataba de una cuestión menor, quería algo más que un “estéreo” o “modular”, como se les decía entonces a los equipos de audio, antes de la incursión de los minicomponentes y luego las bocinas inalámbricas. Un asunto en materia económica tenía inquietos a muchos en el verano del 92. El 22 de junio de ese año se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el “Decreto por el que se crea una nueva unidad del Sistema Monetario de los Estados Unidos Mexicanos”, a entrar en vigor al año siguiente, por lo tanto, a partir del 1° de enero de 1993 nacería el “Nuevo Peso” que habría de quitarle tres ceros al peso anterior. En consecuencia, si alguien tenía un millón de pesos en 1992, a partir de 1993 se convertirían en mil pesos. Visto de ese modo, era natural que la g